Prólogo
Después de un largo proceso de discusión y
retroalimentación en el curso de Fundamentos de la Educación, hemos planteado
como proyecto final la creación de un blog grupal, en el que se
evidenciaran distintas propuestas por parte de los
estudiantes del curso. Dichas propuestas van desde lo documental, lo
fotográfico, hasta lo editorial. En nuestro caso, como un grupo de cinco
personas, decidimos en conjunto realizar una compilación de reseñas, las cuales
tienen por objeto dar cuenta de lo amplio que puede llegar a ser el concepto de
educación.
Por esa razón, las reseñas se hicieron en base a
cinco películas que de por sí son un importante referente y aporte a la labor
pedagógica que ha vivenciado el ser humano desde sus inicios hasta la
actualidad. En ese sentido, dividimos en dos partes este trabajo: La educación
como obra de arte y la Educación como modo de vida. En la primera parte se
reseñan Estrellas en la tierra y Ser y tener, y en la segunda La sociedad de
los poetas muertos, El escolar y La educación prohibida
Ahora bien, nuestra principal intención es la de
hacer un redescubrimiento a la educación, es decir, mostrar que la educación no
es un término ajeno a la interdisciplinariedad, al contrario, pretendemos verla
como un proceso enriquecedor que brinda a cada persona miles de nuevas
experiencias y conocimientos, ya sea esto a través del arte, la literatura, la
filosofía, la antropología, etc. Lo importante radica en aprovechar al máximo
todo lo que está a nuestro alcance para valorar no solo más nuestra individualidad,
sino que también nuestra colectividad.
Para finalizar, agradecemos al profesor Augusto
Carrillo por ser nuestra guía en este curso, al igual que a los demás
compañeros que compartieron nuestra experiencia en el salón de clases todos los
viernes.
Con mucho aprecio
Juan Diego
Poveda C.
Daniela Salgado
S.
Diana Diaz M.
Camila Jaimes
R.
Catherine
Mahecha M.
La educación
como obra de arte
Estrellas en la tierra (Taare Zameen Par),
Aamir Khan, Aamir Khan Productions y PVR Pictures, India, 2007.
La película “Taare Zameen Par”, conocida en español
como “Estrellas en la tierra” presenta una situación particular, tomando
como protagonista a un niño de ocho años con una condición especial; dislexia.
Este niño tiene dificultad para reconocer signos, letras, números y a veces
imágenes, que son síntomas de dislexia, discalculia y disgrafía, lo que genera
conflictos con todo su entorno, pero, a pesar de todo tiene un potencial muy
grande en la pintura y el dibujo. Después de un tiempo, en el internado en el
que se encuentra, entra a trabajar un nuevo profesor de artes que se preocupa
por el aprendizaje del protagonista (Ishaan) y del resto de los estudiantes a
través del arte.
Pero ¿qué tiene el arte como para llegar a ser
herramienta de aprendizaje? Las artes en general tienen el componente más
importante para la obtención de conocimiento que es la motivación, además de
muchas otras habilidades y rutinas mentales que se requieren en la práctica
artística; manejo de herramientas, cooperación, concentración, creatividad y
solución de problemas, entre otros. Estas son capacidades que se aprenden a
través del arte y que ayudan en la vida en general.
Tenemos entonces aquellos muchachos y personas con
problemas de aprendizaje. Los más comunes son:
Dislexia: En general trata de la
dificultad de asociar los sonidos de las letras con su respectivo símbolo, lo
que genera confusión en la lectura, escritura y pronunciación de las palabras.
Discalculia: Trata de la dificultad de
reconocer la relación entre el número y la cantidad representada, así como los
conceptos matemáticos como la suma, la resta, multiplicación, etc.
Disgrafía: Es la dificultad mental o
física de escribir y deletrear en cualquiera de sus manifestaciones.
Es ahí donde el arte cumple un papel fundamental,
ya que el cerebro de estas personas no es capaz de entender las letras, números
y sonidos de la manera en la que nosotros lo hacemos; el arte les brinda
una perspectiva diferente para entender no solo las letras y números, sino
también el mundo. En vez de escribir largos textos, pero qué no pintamos las
formas de las letras en un gran lienzo, en vez de sumas y restas sin fin, una
representación teatral en la que se entienda cuando se agrega o se sustrae un
determinado objeto o persona, o en vez de leer libros y escritos de gran
dificultad, ¿por qué no crear entre todo el salón fantásticas historias?
Entonces esto nos remonta a las didácticas
expuestas en el libro “enfoques pedagógicos y didácticas contemporáneas”
escrito por Miguel De Zubiría Samper, en especial a un apartado llamado
“didácticas activas” escrito por Esperanza Reyes De Ríos la cual postula a la
escuela activa como una de muchas soluciones a la problemática educativa
actual. Esta consta de promover la pedagogía del interés, motivando al estudiante,
del esfuerzo a través de la autodisciplina, autoconocimiento, trabajo en grupo,
etc. Por último, la pedagogía de lo vivencial y concreto llevando los
contenidos a lo real, al mostrarles a los estudiantes de qué manera se ven
aplicados los conocimientos en lo que viven y viceversa; llegando al
conocimiento desde la realidad conjunta y de cada estudiante.
Hay tres dimensiones en las cuales un estudiante es
desarrollado y en las cuales el arte es perfecto como herramienta y catalizador
del proceso;
Intrapersonal: Trata de reconocerse a sí
mismo, del autorreflexión y del autoconocimiento, siendo las artes como la
pintura y la música fundamentales en el proceso, ya que el autorretratarse o
simplemente la expresión libre de pintura, escultura y música, ayuda al autor
de sus propias obras a reconocerse poco a poco.
Interpersonal: Es la interacción social,
es decir, el cómo hacer amistades, como mantenerlas, como reforzarlas, como
acabar con aquellas que no son buenas y como irse rodeando poco a poco de el
tipo de persona que traen beneficio con su compañía, ya sea afectivo como de
utilidad. La comparación, la crítica y el trabajo en equipo de las artes ayudan
en este nivel, por ejemplo, el coordinar entre varios instrumentos para
interpretar una melodía.
Sociocultural: Es el formar grupo, el
ayudar al grupo, identificarse con él y posteriormente sentirse orgulloso de
ser de este. En nuestro caso de sentirse orgulloso de pertenecer a un grupo de
artistas en proceso, de amantes del arte en diferentes manifestaciones.
La pedagogía activa al centrarse en los intereses
de los estudiantes busca nutrir primero al ser como persona, llegando a los
conocimientos a través de los sueños, gustos y realidades de los niños. Esto
último es fundamental ya que a pesar de que estos niños con problemas de
aprendizaje pueden presentarse arrecios ante las diferentes temáticas, están
tan llenos de sueños, metas y realidades como cualquiera de nosotros, incluso
más, siendo este el modo por el cual interpretan su mundo, llegando a ser el
método perfecto para la guía de su aprendizaje.
Tomado de:
http://www.latundra.com/wp-content/uploads/2015/11/Creativity_Artworkshops_2_La_Tundra_Revista.jpg
Referencias:
De Zubiría, M. (2004). Enfoques pedagógicos y
didácticas contemporáneas. Bogotá, Colombia: Fundación Internacional de
Pedagogía Conceptual.
Guillén, J.
(31, 01, 2015) ¿Por qué el cerebro humano necesita arte? Recuperado de https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2015/01/31/por-que-el-cerebro-humano-necesita-el-arte/
Ser y tener (Être et avoir), Nicolas
Philibert, Maia Films[1]
y compañía, Francia, 2002.
“Me importa más
que su desarrollo sea feliz” [2]
Para comenzar vamos a hacer un acercamiento
alternativo al arte y a la educación. Para lograr lo anterior, tenemos el
documental francés “Être et avoir” realizado por Nicolas Philibert en el año
2002. El filme se propone en una hora y cuarenta y cuatro (1:44) minutos
mostrar el arduo y paciente trabajo de un profesor muy consciente de su papel
como pedagogo en la vida de unos niños de diferentes edades.
La película es protagonizada por un hombre de la
mediana edad a punto de jubilarse que ha dedicado al menos veinte años de su
vida a la docencia de distintas generaciones. Ahora se ocupa de un grupo
reducido de chicos, pertenecientes a una comunidad rural, distraídos y curiosos
como la mayoría de los humanos en los primeros años de vida, pero a veces muy
atentos a las palabras, los consejos y el apoyo que su único profesor les
brinda. Cada mañana todos los estudiantes son enviados por sus familias en una
ruta que recorre un largo camino hasta llegar a la pequeña escuela donde el
profesor los espera para enseñarles un poco de todo, pues él es el encargado de
todas las asignaturas para todos. El mismo salón se encuentra dividido en tres
mesas según los rangos de edades de los chicos, aunque a la hora de hacer
actividades fuera del aula están integrado en su totalidad sin ningún tipo de
problema.
Las clases comienzan con una exposición clara de
las metas del día o del curso, cuando los niños no terminan con lo pactado
empieza el papel del maestro conciliador que debe facilitarles a los niños su
paso por la escuela y ayudarlos a acercarse al conocimiento de una manera
agradable y efectiva. Este método se puede relacionar con una de los modelos
pedagógicos de los nos habla Miguel de Zubiría en su texto “Enfoques
pedagógicos y didácticas contemporáneas”, más específicamente con la EPC
(Enseñanza para la comprensión). En este modelo se propone a un maestro-guía
que pueda ayudar a los niños y atender a sus necesidades espirituales,
intelectuales, socioafectivas, psicométricas y comunicativas a través de la
interiorización del contenido que le permite generar una reflexión y una
inferencia suficiente como para vincularlo a otros aspectos de su vida y así
llegar a la comprensión.
Tanto en el film como en la anterior propuesta
metodológica, el profesor pasa de ser una autoridad absoluta (dictatorial e
intimidante) a ser un guía que puede mostrarle a los niños sus capacidades, sus
necesidades, sus sueños, sus conflictos y demás con una paciencia digna de
admirar. Esta capacidad le permite acercarse a sus estudiantes lo suficiente
como para generar lazos de confianza reales que se ven manifestados con una intención
y disposición verdadera por aprender.
En ese sentido, el maestro no se limita a exponer
cierta información, sino que se esfuerza por generar inquietudes, mientras que
muestra su interés por aprender continuamente, tal como sus estudiantes. Como
reflejo de ello, en la película vemos cómo el docente pasa momentos divertidos
y llenos de risas en conjunto con sus pequeños aprendices en la misma medida en
la que se evidencian momentos de tensión y llanto que logran solucionarse a
partir de una reflexión sobre los errores. Esto lleva a los niños a ser mejores
pues se les enseña a ver sus errores como un aprendizaje vital en el que las
caídas mejoran el futuro vuelo.
Llevar a cada niño a su ritmo, dejando tiempo para
todo. Dar ejemplo, ser amigo y establecer relaciones saludables. Convertirse en
modelo: “él da las órdenes, pero algún día podemos llegar a ser como él” dice
uno de los pequeños en el minuto cuarenta y tres (43) de la película. El
maestro se enfoca en la esfera individual de sus alumnos, eso implica, además
de hacer a los niños protagonistas de su aprendizaje, acercar a los padres para
complementar el proceso de sus hijos.
Esta película es una verdadera muestra de una
pasión tangible la cual es ser educador y, así mismo como ese ser algo
lleva a tener una compenetración con el otro (en este caso, los
educandos). De la misma manera, nos deja ver cómo la educación se vislumbra
desde un ámbito artístico, en el que ambas partes convergen, y, por ende,
logran combinar formas y técnicas, para luego aplicarlas en un contexto
histórico y social particular. El maestro entonces es el artista que consolida
un objeto estético cuyo fin implícito es el de comunicar, generar reacción e
inquietud, y por supuesto, contribuir a grandes rasgos en el desarrollo de ese
otro agente artístico: el niño. Y es que al final de cuentas la educación es
eso, el balance entre lo antiguo, lo nuevo y lo necesario, así como lo es el
arte.
Referencias:
De Zubiría, M. (2004). Enfoques pedagógicos y
didácticas contemporáneas. Bogotá, Colombia: Fundación Internacional de
Pedagogía Conceptual.
La educación
como modo de vida
La sociedad de los poetas muertos (Dead Poets
Society), Peter Weir, Buena Vista Pictures Distribution, Estados Unidos, 1989.
Tomado de: http://www.fotogramas.es/Cinefilia/Las-13-lecciones-de-El-club-de-los-poetas-muertos
El club de los poetas muertos, dirigida por
Peter Weir en el año 1989 y protagonizada por Robin Williams, es una película
cuyo fundamento es lanzar una crítica al sistema tradicional establecido en las
instituciones de carácter educativo, en donde a través de sus diálogos y
escenas expone una realidad que aún persiste y se impone en este tipo de
organizaciones.
En una sociedad conformista y costumbrista, las
innovaciones y modelos alternos son prácticas que desafían las estructuras ya
establecidas y consolidadas en el ámbito académico. La educación como el medio
empleado para la preparación, aplicación, retroalimentación y expansión de
saberes y experiencias a individuos, con una finalidad socio- cultural es
fundamental para todos, y por tal motivo se debe aplicar adecuadamente sin
limitar los pensamientos, identidad, libertad y habilidades de las personas;
conceptos expuestos en toda la película ganadora de un Oscar por mejor guión.
En este drama, John Keating, el nuevo profesor de
la academia élite Welton, a través de sus métodos de enseñanzas pocos
convencionales, se encamina en una guerra de ideologías de aprendizaje,
aplicada en sus clases a un grupo de jóvenes, cuyos pensamientos, decisiones y
pasiones se encuentran limitados por la enseñanza tradicional allí recibida y
por la estricta imposición de sus padres y el contexto social en el que se
encuentran.
“En mi clase aprenderán a pensar por ustedes
mismos. Aprenderán a saborear la palabra y el lenguaje, no importa lo que
digan; las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo” -
Keating.
Tomado de:
https://ichef-1.bbci.co.uk/news/720/media/images/76897000/jpg/_76897294_dead-poets-society.jpg
Comprometido en la tarea de enseñar a través de
métodos afectivos y ligados a la compresión tanto del estudiante como de
cada temática abordada en clases, el profesor logra crear un fuerte vínculo con
sus alumnos mediante el lenguaje literario, logrando así, no sólo inspirar a
sus estudiantes, sino a impulsarlos a ver más allá de sus aulas de clases,
llevándolos a un mundo creativo y revolucionario en donde ellos puedan
identificar sus pasiones y salir del rol conductista en el que se encuentran
sometidos, tanto por la academia, como por sus padres y situaciones
específicas.
Esta película realista, crítica y entretenida,
dirigida por Weir, expone el papel fundamental que un docente necesita
desempeñar dentro y fuera del aula de clases y cómo a través de sus métodos
propios e innovadores incluye de una forma práctica y motivadora a sus
estudiantes como participantes activos y generadores de pensamientos críticos.
Igualmente se resalta a través de sus divertidas escenas el vínculo existente
entre la academia, familia, docentes y estudiantes como eje necesario para el
aprendizaje y desempeño individual y colectivo. Enmarcando así los diferentes
contextos y situaciones particulares que pueden afectar o limitar a los
estudiantes.
El escolar (The first grader), Justin Chadwick,
BBC Films, Reino Unido y Kenia, 2011.
Tomado de:
http://www.bbc.co.uk/bbcfilms/film/the_first_grader/gallery/
“Nunca es tarde para aprender porque la vida
nunca termina de enseñar.”
Tras años de violencia por los
enfrentamientos entre grupos anticolonialistas como los “Mau mau” y el gobierno
británico de Kenia, en un momento de restauración democrática, se anuncia uno
de los nuevos decretos instaurados: “Educación primaria gratuita para todos”.
Al escuchar esta noticia en la radio, Kimani Maruge, un anciano iletrado de 84
años con firmes ideas y convicciones, quien en su juventud luchó por la
independencia de su país, lo que le costó casi diez años de confinamiento y
tortura en campos de prisioneros controlados por los británicos, decide ejercer
su derecho a la educación.
Kimani se dirige a la escuela primaria más
cercana, donde se encuentra con la oposición de los directivos escolares,
quienes comparten la concepción gubernamental: educación primaria exclusiva
para los menores, aunque las necesidades de formación no se distribuyan según
la edad. En este momento, vemos que, a pesar del anuncio del gobierno, este
“todos” contiene restricciones, para empezar, las condiciones de la escuela son
precarias y hay una importante falta de presupuesto, un contexto difícil para
incluir a todos los niños que hacen parte de la comunidad y, especialmente, a
un anciano como alumno. Por otro lado, encontramos la resistencia de los padres
y el director para aceptar al nuevo estudiante debido a los prejuicios de la
comunidad, vemos cómo el sistema educativo es burocratizado desde sus inicios y
se pasan por alto derechos como el pluralismo, la igualdad de oportunidades y
la libertad de enseñanza. Así, los creadores del filme muestran los limitantes
a los que nos conducen los prejuicios.
Tomado de:
http://www.bbc.co.uk/bbcfilms/film/the_first_grader/gallery/
Jane Obinchu, la maestra de la escuela, una
persona consciente de la necesidad de adecuar el proceso educativo a los
factores sociales, psicológicos, personales y familiares del estudiante, con
una mirada pedagógica propia del educador social -quien se encarga de generar
contextos educativos y acciones mediadoras para el desarrollo pleno de la
trayectoria formativa del estudiante[3]-, decide
apoyar y acompañar a Kimani a lo largo de su proceso. Con esto, se establece un
vínculo educativo y afectivo entre la maestra, Kimani y los niños, quien en
conjunto habilitan espacios donde se permite formar parte activa de este
colectivo.
Finalmente, gracias a estas nuevas dinámicas
sociales y educativas de su entorno, Kimani Maruge logra su objetivo de
aprender a leer.
En esta película, basada en un hecho real, se
evidencian varias de las problemáticas educativas actuales y nos recuerda que
más allá de la relación docente-estudiante, el papel de la sociedad es
determinante dentro del proceso educativo, desde los prejuicios presentes hasta
las políticas públicas instauradas.
La educación prohibida, Germán Doin, Eulam
Producciones, Argentina 2012.
Esta película de carácter documental fue lanzada en
el año 2012 con un solo objetivo: el de hacer un recorrido crítico al sistema
educativo que rige las actuales dinámicas sociales y culturales. Dicho
documental se estructura en diez episodios temáticos que abordan la
problemática de la educación desde distintas perspectivas: además, cabe
resaltar que, para abordar las diferentes temáticas, se anexaron animaciones
que estuvieron presentes a lo largo de todo el largometraje.
A pesar de que nos encontramos en un momento
político, social, económico y cultural más avanzado (o estructurado), sabemos
que la escuela tradicional aún sigue haciendo mella en los distintos nichos
sociales, es decir, si bien se han planteado alternativas educativas (haciendo
una crítica y un redescubrimiento de la educación), tal parece que no hay
ningún reflejo de ello en los miles centros educativos y escuelas. Claramente
se hace un énfasis en los países latinoamericanos, resaltando así la
colaboración de algunos pedagogos latinoamericanos. De esa manera, se presenta
una alegoría que hizo Platón en el famoso “Mito de las cavernas”, el cual
relata de manera metafórica el eclipsado conocimiento que tiene el hombre
acerca de su propio mundo, un mundo oscuro y limitado, como una caverna.
Es así como poco a poco, desde Atenas, el ser humano ha decidido salir
para vislumbrar nuevas tierras, sin embargo, durante siglos, el adoctrinamiento
ha sido la mejor herramienta para mantener sometidas a las masas.
En ese sentido las escuelas surgen como un
establecimiento de control, bajo un paradigma meramente positivista, y bajo una
sociedad industrializada que propende por la docilidad de sus trabajadores, y
por qué no, de los hijos de estos. En el siglo XVII surge la Escuela Prusiana,
sinónimo de educación pública y gratuita, siendo esta un legado del modelo
espartano, en el cual la obediencia fundamenta el éxito en los campos de
batalla. Por esa razón, el niño se ve como un “tabula rasa”, es decir,
como una entidad vacía que hay que rellenar y moldear, cuyo fin es el de ser un
producto más de la industria cultural[4].
Para romper con esos esquemas, el documental hace
una profunda crítica acerca de la vacuidad de la enseñanza, no solo de ese
momento, sino que también de la enseñanza actual, la cual al parecer aún
mantiene los mismos mecanismos de control, pero bajo otras dinámicas que
parecen inofensivas y, por ende, pasan desapercibidas. Ya no se trata entonces
de golpes, o de insultos, se trata de indiferencia, mediocridad y bajo interés
por entender que cada estudiante es totalmente diferente, por lo cual se
necesita adquirir no solo más conocimiento, sino que se necesita implementar (y
por supuesto, desglosar) herramientas pedagógicas y metodológicas que permitan
tanto al docente, como al estudiante hacer un consenso y una retroalimentación
de la práctica y la concepción educativa. Por tal motivo, se debe tener en
cuenta que los ritmos de aprendizaje también varían, por lo cual el amor y la
comprensión son los mejores aliados para guiar el proceso de
enseñanza-aprendizaje. La educación debe partir de nuevas habilidades que
posibiliten un esparcimiento del espíritu humano; qué mejor para ello que las
habilidades artísticas. La exploración de diversos campos disciplinares, así
como el autoconocimiento del “yo” en un contexto histórico, social y cultural,
hacen que el ir formarse no resulte tan deprimente y, por supuesto, monótono.
Por tal razón, los participantes en el documental
no temen a hacer una reflexión de su quehacer, y del papel que ocupan en la
sociedad, específicamente en el sector educativo. Dicha reflexión va seguida
por unas propuestas personales que hacen de acuerdo a las diferentes
problemáticas planteadas en el largometraje. Así pues, coinciden en que la
educación es dinámica, por ende, debe ser más incluyente, comprensiva, abierta
a nuevas ideas, flexible y crítica.
A manera de conclusión, podemos decir que la
educación debe repensarse continuamente, es decir, hacerse autocrítica para, de
esa manera, detectar las falencias que afectan la construcción de un conocimiento
sano y de amplio espectro. Entonces la formación puede incidir de manera
positiva tanto en el docente como en el estudiante, aunque, pensándolo mejor,
la formación no puede limitarse solo a un sector social, sino todo lo
contrario, deberá estar presente en toda persona que, sin acceder a una
institución educativa, es consciente del entorno que lo rodea, y por ende,
puede acceder no solo a un conocimiento de carácter académico sino que también
a una sensibilización personal y colectiva.
Más recomendaciones filmográficas
1.
Profesor Holland (Mr. Holland’s Opus), Stephen
Herek, 1995.
2.
La mala educación, Pedro Almodóvar, 2004.
3.
La historia de las cosas (The story of
stuff), Louis Fox/ Annie Leonard, 2007.
4. La sonrisa de
Mona Lisa (Mona Lisa smile), Mike Newell, 2003.
Tomada de: https://cinematuras.files.wordpress.com/2015/06/wpid-img_20150623_140455.jpg
5. Mentes peligrosas
(Dangerous minds), John Smith, 1995.
6. La ola (Die welle), Dennis
Gansel, 2008.
[1] Arte France Cinéma / Les Films d'Ici / Centre National de Documentation
Pédagogique / Canal+ / Centre National de la Cinématographie / Gimages 4 /
Ministère de l'Education National du Conseil Régional d'Auvergne
[4] El concepto de
industria cultural fue desarrollado por Max Horkheimer y Theodor Adorno entre
1944 y 1947. En él se plantea el análisis exhaustivo de un conjunto de
sectores encargados de la creación, producción, exhibición, distribución y/o
difusión de servicios y bienes culturales que influyen en el tejido del sistema
y de la dinámica de las masas.
Comentarios
Publicar un comentario